jueves, 22 de noviembre de 2012

Fragmentos selectos




(ADONAY, Novela Iniciática del Colegio de los Magos, cap. 25)




“Adonis veía sus vidas pasadas, que desfilaban como caravanas ante su mirada espiritual, con todos los errores de que adolecen. Vio sus relaciones anteriores con Aristóteles, con Ashtaruth, con Eva, con sus padres, hermanos, amigos y enemigos... En distintos lugares y fechas se había encontrado con ellos y con otros más: en España, en Francia, en Grecia, en Egipto, en Caldea, en la India, etcétera. …

Adonis veía todo esto en su sistema simpático que, a semejanza de una inmensa galería, reunía todos los sucesos desde el Génesis hasta el momento actual. Todo estaba ante él, pero no le era posible trasladarlo todo a su mente, ni retenerlo todo en su memoria. En aquel estado, semejaba a un amante que siente en su pecho el fuego consumidor de una pasión amorosa, pero que no puede expresarlo con palabras, pues éstas se niegan a salir de sus labios ya que no pueden expresar nada.

Y mientras meditaba en la manera de conservar en la memoria cuanto se presentaba ante él, se produjo un fenómeno inesperado. Sintió en la raíz de su espina dorsal un movimiento extraño. Después creyó ver una especie de vapor que invadía dicha región, y luego se trocaba en fuego, pero un fuego sin humo a semejanza del producido por una corriente eléctrica. Y por último, este fuego se trocó en luz más brillante que la del sol. Intuitivamente comprendió que aquel fuego–luz era emanado de su semen y que iba a producirse un fenómeno extraño.

Sintió una profunda veneración para aquella luz y con todo el amor de su espíritu y de su alma la adoró... Y comprendió muchas cosas. Aquella luz fue ascendiendo, perforando su médula espinal, pero al contrario de lo sucedido en las anteriores ocasiones, era sin producirle dolor alguno, sino más bien, de un modo placentero. ¿Era aquella luz la que daba vida a los ángeles que pululaban en ella, o eran los ángeles los que encendían y formaban aquella luz? Nadie podría resolver el problema, puesto que ambos formaban una sola naturaleza.

Aquella luz invadió por fin toda la sangre y el nuevo iniciado creyó ver a su rededor, una especie de coraza luminosa que impedía toda relación con el mundo exterior. Y cuando desaparecieron ante ella todos los demonios y fantasmas del infierno como por encanto, el joven se sintió sólo consigo mismo. Ante aquella maravilla, Adonis se sintió fuerte y valeroso con una penetración única para comprender las cosas y con un atrevimiento que nunca lo había experimentado antes. Se avivó su imaginación de tal manera, que podía atravesar el pasado y el futuro a voluntad. Sentía que era una fuente de salud inagotable y que era capaz de dar a todo el mundo de esa fuente, y ardía en un deseo vehemente de hacerlo.

La luz seguía ascendiendo por etapas en la médula. Cuando llegó a la región del bazo, Adonis comenzó a sentir y comprender el significado del equilibrio de todo el sistema nervioso. Consejo, Justicia y Caridad fueron las facultades que se apoderaron de él. Y a la vez que se sentía una fuente de salud, se sintió depositario también de los pensamientos puros, y que él debía derramar estos tesoros sobre todo ser... Ya no había necesidad de dominar las pasiones pues éstas ya no existían en él. Comprendió que se hallaba en este estado, en armonía, cuerpo, espíritu y alma y que le era fácil comunicarse con seres que habitaban regiones superiores.

La Luz ascendió un grado más y una puerta se abre, y brilla un sol alumbrando el hígado y los intestinos. El talento se enciende y la mente adquiere la prudencia y la cordura. Este fenómeno se produjo como un despertar gradual a la comprensión, y luego comenzó a ver las formas del pensamiento que fueron las creadoras de los ángeles y de los demonios.

Más arriba llegó la luz y el corazón comenzó a brillar como un sol. Aquí aumentó la vitalidad y la actividad mental. Y todo el sistema glandular inició un trabajo excesivo. En este estado, Adonis llegó a percibir con su mente las cosas y a identificarlas por sus cualidades. Y ante la grandeza de aquel fenómeno, se sintió humilde y modesto. Ahora podía concentrarse a voluntad en un solo objeto. Sintió la estabilidad, la perseverancia, la paciencia, la verdadera fe y el equilibrio entre el dolor y el placer.

Siguió la luz en su ascenso y al llegar a la garganta abrió una puerta. Todo lo que se puede decir de este estado es repetir el axioma: "El que sabe no puede hablar y el que habla no sabe nada." Sólo unas pocas palabras, podemos dedicar a las sensaciones externas y a sus cualidades. Se estimuló el sistema simpático en donde se hallan las causas y los efectos de las cosas. Aquí reside el verdadero entendimiento, la esperanza y la generosidad. Aquí se despiertan lo lógico, la resolución, la veracidad, el obrar correctamente, la armonía en el vivir, la superación, el provecho de la experiencia y sobre todo, el poder de estudiar la naturaleza interna, oyendo siempre la voz del silencio que guía al hombre en todos sus trabajos y hechos sin equivocarse jamás.

Cuando la luz llegó a la mitad de la cabeza, se abrieron los párpados de un ojo que estaban cerrados y comenzó a ver lo que ningún ojo humano ha visto y a oír lo que jamás nadie ha oído. Sintióse ser el dueño de todo y el señor de los espíritus y cuerpos. Mientras Adonis se hallaba contemplando y discurriendo en este estado, experimentó algo parecido a un desvanecimiento, para sentirse luego unificado con la luz y ambos se escurrían por el vértice de la cabeza. Él era la luz, era el mundo, era la vida y el saber...

Entonces estaba consciente de lo que sucedía a su rededor. Abrió los ojos y vio que el Hierofante, las siete mujeres y los doce hombres, estaban arrodillados ante él con profunda veneración. Y consciente de lo que hacía, levantó su mano derecha y trazó sobre el grupo postrado ante él, la misma señal que hiciera antes el Hierofante. Y vio que sus dedos emanaban luz...”



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(EL BAUTISMO DEL DOLOR. Cap. 6)





(Mientras Adonay completa sus estudios de medicina en París, es guiado internamente por una instructora de la Fraternidad Blanca)

“Mira como brilla todo; éste es el mundo Astral, éste es el mundo del Alma, la cual anima cada una de las células del cuerpo físico, para que el Espíritu Eterno se manifieste por medio de los dos.

El mundo del Alma, llamado astral, es el principio intermediador (el dúctil mediador) entre el “Yo Soy Dios” y el cuerpo físico. Dejemos que los materialistas, que no creen en nada, y los filósofos y metafísicos de nuestro tiempo que dudan, y vayamos a experimentar la verdad.

Éste es tu cuerpo; mira, tu sueño. Observa cómo está dormido y como sus órganos cumplen la Ley de la Vida sin que tu conciencia intervenga en su funcionamiento. Ni el más sutil razonamiento filosófico podrá destruir las funciones del Gran Simpático...

Las sensaciones del mundo exterior son acompañadas por apetitos, impulsos y pasiones, los cuales nacen de nosotros mismos. Podemos satisfacerlos o dominarlos con nuestro libre albedrío.

Cuando este ser impulsivo y pasional, que mora en nosotros, desea algo, pone en marcha todo el organismo para obtenerlo, pero tenemos otro ser que razona y puede detener libremente el impulso o dejar que éste siga en pos de su deseo. ¿Será este ser juicioso y racional, producto de secreciones glandulares, como los materialistas enseñan, o será un poder inherente, al cual llamamos Espíritu? ¿Cómo puede la materia darnos lo que ella no tiene?

La Ley de la Trinidad debe existir en todo, para que haya manifestación. Cuando el hombre desea tocar el piano, el cerebro se convierte en instrumento de su deseo, y él ordena a la mano que toque. El cerebro representa al Espíritu, la mano al Alma, y el piano al cuerpo físico. Así podemos comprender que el Alma es la intermediaria o el Agente que une al Espíritu con la materia. Dejemos que ciencia siga su marcha lenta, y vayamos a explorar lo desconocido, adelantándonos a ella...

(Más tarde, después de realizar investigaciones internas sobre el funcionamiento de cuerpo humano, enfermedades, efectos de emociones negativas, etc. Su guía instruye a Adonay sobre elementales y seres angélicos en lo interno, y estudian el mundo físico desde el plano Astral)

-¿Por qué la mayoría de los seres vivos van siempre acompañados por estos seres luminosos? ¿Serán éstos los llamados ángeles de la guarda?
-Efectivamente, a veces son los Protectores Invisibles. Aquella niña es acompañada por su madre. Ese joven es vigilado por su amada. Este otro es guiado por su Maestro, pero a veces... Mira esta mujer: comprueba cómo es perse­guida por varios hombres con los que tuvo relaciones ilícitas vendiendo su cuerpo.
Adonay vio y sintió que aquellos seres la bañaban con un fluido que parecía baba, mientras ella caminaba e irradiaba una llama de color rojo, cubierta por una humareda del mismo color. A veces, ella sonreía, y otras, se fastidiaba. Su figura se transformaba y su fluido contaminaba a todos los que se le acercaban. Varios hombres la miraban y algunos, debido a sus deseos lujuriosos, fueron bañados por su miasma y la seguían.
-¿No se puede hacer nada por ella?
-No por ahora, pero si el caso te interesa, seguiremos su desarrollo hasta el final, para  tener en cuenta sus consecuen­cias.
«Esta es la escuela del mundo del alma, y todos los ini­ciados deben observar sus resultados para aprender y, a su vez, enseñar a quienes quieran aprender, los dolorosos efectos de estas causas.
»Mira...»
La mujer seguía caminando, pero los tentáculos de su fluido envolvían a dos hombres que la seguían. Uno de ellos se detuvo; tuvo la sensación de que alguien le hablaba y él escuchaba. Efectivamente, se veía al lado de él a una mujer bella y luminosa, la cual se acercaba y le abrazaba con ternura.
-Es su amada -dijo la acompañante de Adonay-. Ella le ama, pero él busca otros goces animales que no se atreve a solicitar a la mujer amada.

Felizmente, el hombre pareció recapacitar y se volvió. El otro la siguió. Ella llegó a una casa, abrió la puerta entró y miró a quien la seguía, a fin de invitarlo a entrar. Se apreciaba un espectáculo horrible: los seres astrales o elementales que acompañaban a la pareja se pusieron en un verdadero estado de locura, a causa de la excitación que el momento les pro­ducía. Se desesperaban. Todos querían apoderarse de la mujer. Sin embargo, como les estaba vedado concretar sus deseos, esto acrecentaba la desesperación y exacerbaba su animalidad. Así, tanto el hombre como la mujer quedaban envueltos en un verdadero mar de miasmas, mientras todas esas entidades astrales se apoderaban de ellos y les insinuaban ideas cada vez más lujuriosas y llenas de con­cupiscencia.

El hombre regresó a su casa, envuelto en una viscosidad fatídica. Su esposa salió a su encuentro y, con una sonrisa en los labios, procuró abrazarlo y besarlo.
-¡No, no!- gritó Adonay sin darse cuenta de su estado ni de -lo que decía, al ver que el hombre envolvía y contami­naba la mujer con una nube sucia, al abrazarla y besarla.
-Es inútil -dijo su amiga-. ¡Todavía no sabes manejar el pensamiento en este mundo!
Al besar a su marido, la mujer notó algo extraño que no sabía comprender ni definir. Era como si el beso no fuese de su esposo sino de un extraño. Experimentó un deseo de sa­tisfacer una excitación vaga, la cual hervía en lo más recóndito de su mente y sus entrañas.   Al mismo tiempo, sintió una especie de repugnancia hacia su cónyuge y, sin saber por qué, pensó en un amigo que en otros tiempos la había galanteado.

-Y después los hombres preguntan: ¿Por qué mi mujer me traicionó?- dijo la amiga de Adonay.
-¿Quieres decir que el propio marido, con las vibraciones y fluidos corrompidos, corrompe a la mujer?
- Sin duda, aunque parezca mentira. Estoy contigo para enseñarte a manejarte en el mundo del Alma. Veo que estás adelantado. Ahora debes volver a tu cuerpo. Te esperan trabajos y días muy duros. ...”

* * * * *



(YO SOY, Breviario del Iniciado y Poder del Mago)




“Para la realización perfecta, es menester cumplir con ciertas condiciones:

1. Tener un cuerpo sano;
2. Tener una aspiración pura; y
3. Tener una consciencia perfecta.

Para tener un cuerpo sano es necesario practicar las indicaciones siguientes que pueden ayudar mucho.

Al despertarse del sueño hay que practicar algunos ejercicios respiratorios, por lo menos siete veces, que consisten en hacer siete inspiraciones rítmicas con la mayor pureza del pensamiento. Cualquier ejercicio es bueno, pero nosotros indicamos el más sencillo y menos perjudicial.

Aspirar lentamente por la nariz contando mentalmente hasta ocho palpitaciones del propio corazón, u ocho segundos. Retener el aliento durante cuatro segundos en los pulmones. Exhalar el aire durante ocho segundos hasta vaciar totalmente los pulmones. Retener los pulmones vacíos durante cuatro segundos.

Si se puede practicar este ejercicio más de siete veces es mejor.

Después de los ejercicios respiratorios es muy recomendable practicar otros ejercicios de gimnasia sueca durante cuatro o cinco minutos, para conservar la flexibilidad de la columna vertebral. Después de estos ejercicios ya se puede comenzar con la afirmación de cada día como será explicado después.

Hay que bañarse frecuentemente sin castigar el cuerpo con agua muy caliente o muy fría. Los baños de sol sobre el cuerpo, menos la cabeza, son muy útiles.

Curar el estreñimiento intestinal. Para el efecto hay que tomar cada media hora 30 gramos de agua pura, es decir, una cucharada. Hay que tomar mucha fruta de estación y lavar los intestinos con un lavado de agua tibia, por lo menos una vez por semana, hasta que se normalice la digestión. Es permitido comer y beber de todo, empleando el sentido común: usar y no abusar.

La salud mental y la tranquilidad de conciencia son muy necesarios para la adquisición de la salud del cuerpo. El sexo tiene que ser controlado con prudencia. Los vicios solitarios y antinaturales abren en el huevo áurico ciertos boquetes por donde penetran los elementales inferiores, los que a menudo dan paso a ciertos elementarios (llamados espíritus) para gratificar sus pasiones y bajos deseos. Estos vicios y la lujuria inutilizan la acción del YO SOY en su cuerpo-templo.

Nunca el aspirante debe criticar o juzgar a los demás.

Es necesario masticar suficientemente el alimento. Cada tipo tiene que buscar el alimento y la vida más adecuada para su temperamento. El tipo físico caracterizado por la anchura y robustez de sus mandíbulas, tiene que vigilar la marcha de su estómago, hígado e intestinos; el tipo mental, de sus pulmones, y el espiritual debe vigorizar sus órganos sexuales con respiraciones profundas y baños genitales con agua fresca.

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1

YO SOY LO QUE EL CREADOR ES

Jesús dijo: Dios es Espíritu y aquellos que lo veneran deben venerarlo en Espíritu y en verdad.
Entonces Dios no es un ser con cualidades y defectos. Es Ley, es Fuerza y es Amor, o sea, la Energía que modula todo lo que es visible e invisible.

¿En dónde está Dios? En todas partes. ¿Está, entonces, en ti? Sin duda, porque en El vivimos, nos movemos y tenemos el ser. Entonces ¿por qué buscar a Dios en todas partes antes de sentirlo dentro de ti? Él es tu ser, Él es tu vida, Él es tu poder, Él es tu sustancia. ÉL ES TU. TU ERES ÉL ...

Hay que repetir esta afirmación miles de veces, y antes de cada afirmación diaria porque es la trascendental expresión que demuestra la Divinidad del Hombre.
¿Quién eres tú?, pregunta Moisés y Dios contesta sin poder definirse: YO SOY LO QUE EL YO SOY (AH YEH ASHER AH YED).

El hombre tampoco puede definirse a sí mismo y dice: YO SOY.

Y así vemos que “Lo que está arriba es igual a lo que está abajo y lo que está abajo es igual a lo que está arriba”.

“Arriba soy Espíritu incorpóreo; Abajo soy Espíritu encarnado”.

 Luego: YO SOY LO QUE EL CREADOR ES. “



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(EL REINO o El Hombre develado, cap. 9)


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MEDICINA UNIVERSAL
235. - Las dos energías solar y lunar, que fluyen en nosotros, para vitalizarnos y conservarnos sanos, pueden ser dirigidas hacia otros cuerpos enfermos para curarlos y restablecerlos; porque la salud no es más que la distribución armoniosa y equilibrada de las corrientes de la Naturaleza, en el organismo.
Nuestros cuerpos vibran de acuerdo con nuestra relación con el Intimo. El verdadero médico es aquel que está en más estrecha unión con su YO SOY, y vive desconocido, porque el sanador que posee esta sabiduría preciosa, se encierra en su propio ser y trabaja impersonal e incógnitamente.
236. - El sanador espiritual descubre y localiza el órgano enfermo, dentro del cuerpo, mediante un análisis sensitivo y científico a la vez, entonces le comunica sus propias corrientes, que van bañando con su energía, que cura la enfermedad. El secreto de esta curación por contacto es el saber manipular las ondas de la naturaleza. En nuestra "Medicina Universal", serán explicados detalladamente y de manera científica, todos éstos métodos.
237. - Siempre hemos dicho que la enfermedad debe comenzar en un cuerpo más sutil que el físico, para reflejarse después en esto. El cuerpo de deseos o el alma es el foco en donde anidan todas las enfermedades. El odio, la lujuria, la envidia, la glotonería, etc.... perturban primero los centros de nuestro sistema nervioso y entonces las corrientes vitales ya no operan en ellos y la energía física se disminuye. Un vicio o un pensamiento impuro atraen con la inspiración, átomos de naturaleza destructiva que abren una brecha en el aura defensora de la armonía y la salud.
238. - El pensamiento tiene su onda e imprime en nosotros su carácter. El pensamiento puede provocar trastornos en nuestra vida atómica y celular. El pensamiento sano atrae salud y obliga a nuestros centros a obedecer con la pureza de los sentimientos y pensamientos. Cuando con un pensamiento deforme y grosero inhalamos átomos destructivos de nuestra salud, los átomos defensores presentan batalla y es a nosotros que toca elegir la ayuda de unos contra los otros con la conducta que debemos seguir en este caso. Sócrates decía: Yo, tú y la enfermedad somos tres; si me ayudas contra la enfermedad la venceremos y si ayudas a la enfermedad contra mí, me vencerán.
239. - Aspiración, inspiración y pensamiento en YO SOY son los únicos medios que mantienen al cuerpo equilibrado y sano. Este método activa la secreción glandular y depura las impurezas del organismo.
También existen ciertas vocales y sonidos que debidamente vocalizados hacen vibrar las glándulas y les da el poder de eliminar las impurezas, contra los cuales luchan. El sonido FA seco durante la exhalación completa, realiza la limpieza de todos los átomos parasitarios, inclusive influye poderosamente en el caso del cáncer. RA emitido de la misma manera, despierta en el organismo la energía solar, Kit reparte esta energía en todo el sistema circulatorio.
240. - Se nos ha dicho que en los planos superiores del mundo interno, siempre existen seres que aprenden la medicina universal, cuando están fuera del cuerpo durante el sueño; se les enseñan las causas de ciertas enfermedades y los remedios correspondientes para su curación. Estos hombres son muy sensitivos en el mundo físico, y conocemos a algunos que pueden sentir el dolor del paciente y diagnosticar las enfermedades sin esfuerzo. Muchos de ellos no recuerdan la enseñanza durante la vigilia, pero la intuyen con facilidad. Algún día los médicos comprenderán que las inyecciones y remedios de origen animal, transferidos, al hombre, obstaculizan el desarrollo interno.
El hombre, causa a éste un estado terriblemente anormal en los mundos astral y mental, después de la muerte, y esta anormalidad causará en la siguiente encarnación la invalidez y la deformidad del ser; ya que los átomos animales no podrán seguir bajo la dirección de Nous.
241. - El injerto de glándulas de animales en el hombre animaliza su alma y le obliga a tomar la apariencia del animal que prestó sus glándulas para el injerto, sobra todo si el experimento fue hecho para recuperar las funciones sexuales. Hasta el mismo órgano tratado con el injerto, deja de obedecer al llamado y al mandato de la Naturaleza humana, de acuerdo con el plano del Átomo Nous y seguirá como una brecha en el cuerpo mental y de deseos, para ligar el hombre a la animalidad.


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(LA ZARZA DE HOREB, o el misterio de la serpiente. Cap. 6)




EL DESPERTAR

1. Todo ser aspira y respira; solo el hombre aspira, respira y piensa.

2. El mundo está compuesto de energías atómicas inteligentes, diversas e infinitas.

3. El hombre aspira los átomos afines a sus pensamientos; porque el pensamiento en el hombre es la base de sus aspiraciones y la aspiración forma el carácter y el futuro del hombre.

4. Las inteligencias atómicas infinitas y diversas, que palpitan y llenan la naturaleza, esperan, ansiosamente, las aspiraciones y respiraciones del rey de la creación, para servirle y obedecerle. Cuando el pensamiento entre en los mundos de esta inteligencia se apresuran a obedecer, entregando la clave del poder y de toda comprensión.

5. El mundo de estas inteligencias es el mundo interno. Lo que encadena al hombre a su ignorancia es su pensamiento y sus aspiraciones en el mundo externo.

6. No hay infierno ni cielo; no existe mal ni bien; lo que existe es ignorancia en el pensamiento, origen de todo mal y creadora del infierno.

7. El cuerpo es la quintaesencia de las inteligencias atómicas; en ellas se halla lo verdadero y lo falso.

8. La unión del hombre con Yo soy el dios intimo en el reino de los cielos o el reino de la luz inefable, desintegra las inferiores (que otros llaman malas) que residen desde el ombligo para abajo y las convierte en superiores (o buenas) que habitan desde el ombligo para arriba, y cuando los átomos inferiores se convierten en superiores el hombre se hace dios.

9. Pensar alto y aspirar hondo es atraer al cuerpo las más evolucionadas inteligencias para que ocupen el puesto de las involucionadas.

10. El átomo es una inteligencia viva que rodea el pensamiento, esperando la aspiración y la respiración, para penetrar en el hombre.

11. El objeto del hombre es atizar el fuego sagrado en él y convertirle en luz para quemar a sus átomos inferiores que son como demonios en el infierno y así los salva, una vez salvados desaparece toda aflicción de su propio mundo: esta es la misión del Cristo en el hombre.

12. El hombre que aspira y concentra abre un camino directo a su objetivo.

13. La iniciación significa ir dentro en busca del Cristo impulso que es el iniciador en toda sabiduría. En todo hombre se halla su propio iniciador y su propio salvador.

14. Quien busca en su mundo interior, en el templo viviente encuentra la luz inefable que le conduce al íntimo que mora en él.

15. La concentración es el puente tendido desde nuestro cuerpo hacia la luz. El valle que separa nuestra mente del íntimo se puede salvarlo con la concentración aspirada; una concentración voluntaria y perfecta une nuestra conciencia con la de la naturaleza.

16. La meditación en la luz interna rasga la atmósfera que cubre la sabiduría Divina, herencia de todo hombre.

17. La luz inefable, por medio de la meditación aspirada, abre las puertas internas que conducen a los diversos departamentos del reino. La palabra puertas no es un término poético sino es la verdad: en la médula espinal se encuentran pequeñas puestas de escape que están custodiadas por varios ángeles atómicos, quienes las cierran y las abren según la calidad del pensamiento.

18. En la médula espinal y sus ramificaciones se encuentran todas las ciencias del mundo desde el principio. Cada inteligencia angelical que reside en estas regiones es un archivo de saber: inventores, poetas, artistas, sabios, genios, etc... si son buenos reciben sus inspiraciones de la parte superior, y si son malos las reciben de la inferior.

19. Los libertinos no pueden entrar en esta universidad, porque su plexo solar carece de la energía de luz o de ángeles que les abran el camino.

20. La luz inefable tiene que llenar con su poder todos los centros magnéticos y convertirlos en soles en la densa oscuridad del cuerpo. Esta luz mantiene la salud de cuerpo, del alma y de los átomos dentro y fuera del cuerpo.

21. Cada centro de poder tiene una comunicación directa con el íntimo por medio de la luz; pero en el momento que decrece la luz se corta la comunicación.

22. Cuando un hombre transforma su fuego en luz se convierte en Cristo salvador del mundo. La tentación es fuego; el triunfo sobre la tentación es luz. Los seres superiores muchas veces provocan la tentación o el fuego para llenar los centros internos con la fuerza Crística o Luz. Este triunfo se obtiene por la práctica de ciertos rituales y ceremonias de una religión.






Información y contacto:   fraternidad.apicultores@gmail.com



4 comentarios:

  1. Humilde en gran manera,estudiante enseñoriado,gran aprendis del infinito cosmos...Mi mas consumado respeto terrenal.

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  2. Sublime tu Consciencia!
    ♥ Gracias!

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  3. Sublime por Dios!
    Asi sea hecho es!
    Gratitud Eterna!

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  4. muy interesante todo su trabajo, su vida, me gustaria poder leer el manuscrito lo he buscado y no lo consigo por ningun lado , si ustedes saben donde puedo ubicarlo se los agradeceria

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